Bajo el sonido de las cuerdas
Oxidadas de mi guitarra
Puedo escuchar cómo,
Mientras implora piedad,
Un alma parte de este lugar,
Siendo libre de esta tortura diaria.
Porque ¿cómo olvidar las lágrimas
Ensangrentadas del llanto
De aquellos indefensos, que se
Derraman como un violento
Y desesperado trazo de agonía
Sobre las páginas de mi libreta?
Cada intento por ser libre,
Cada intento por volar lejos
Conforman una pieza invaluable
Semejante a los delicados movimientos
Ejecutados por una bailarina
Que se refugia en su arte para ser libre.
Gritos de auxilio, sollozos de dolor
Se pierden en el inmenso vacío,